jueves, 21 de febrero de 2008

los cracks ya marcan las diferencias


Los ‘cuatro fantásticos’ siguen sin coincidir sobre el terreno de juego, pero los cracks que ayer participaron en el Celtic Park demostaron sobradamente que son futbolistas capaces de marcar la diferencia. Una vez confirmado en la víspera que se mantendría el 4-3-3, la duda era saber cuál sería la tripleta elegida. Ronaldinho, Messi y Henry fueron los elegidos, mientras que Samuel Eto’o se quedó en el banquillo. Rijkaard no quiso forzar al camerunés quien regresó de la Copa de Africa con su musculataura resentida.


Ronnie no era titular desde el último partido del 2007 ante el Real Madrid y consciente de la oportunidad que se le presentaba salió a comerse la hierba. Su actitud fue muy distinta a la que había entristecido a los barcelonistas en los últimos meses y su fútbol también recordó al que le permitió ser coronado como el mejor futbolista del planeta. El brasileño arrancó desde la banda izquierda con gran intensidad, incluso cometiendo una falta en una de sus primeras intervenciones, y no huyendo de buscar el uno contra uno.Parecía que el Celtic no contaba con encontrarse a un Ronaldinho tan enchufado y se convirtió en una pesadilla para su defensa. Sólo le faltó el gol, aunque estuvo muy cerca de conseguirlo con su gran especialidad. Su lanzamiento de falta en el minuto 22 se marchó por encima del larguero.Si Ronnie estuvo a un nivel muy alto, Messi merece un capítulo aparte. El argentino todavía no había recuperado su mejor forma tras caer lesionado en diciembre en Mestalla. Leo había mostrado destellos en la eliminatoria copera ante el Villarreal, pero el penalty fallado impidió que firmara una actuación redonda. Ayer, en cambio, desbordó, rompió al rival y vio puerta.


Messi rompió una sequía que se alargaba desde hacía casi tres meses, desde el 27 de noviembre, cuando le marcó al Olympique de Lyon. Desde entonces se quedó estancado con 12 tantos, ocho en la Liga y cuatro en la Champions, y no había podido reencontrarse con el gol. El Celtic Park era el escenario ideal para lucirse y el rosarino se exhibió. Messi marcó dos tantos y, con sus 14 goles, se consolida como el máximo realizador del equipo en todas las competiciones.El primer tanto, el del empate, llegó gracias a una pared con Deco que culminó con un tiro por encima de Boruc. El argentino tuvo más ocasiones como en un recorte en el interior del área al borde del descanso en el que sólo falló el disparo. La rúbrica tuvo que esperar hasta el final cuando aprovechó un mal rechace de la defensa escocesa para culminar con habilidad en un palmo de terreno.Fue el gol de la victoria, pero antes había llegado el que volvió a meter al Barça en el partido tras el segundo tanto del Celtic obra de Thierry Henry. El francés ya lleva 13 goles entre las tres competiciones y consiguió su tercero en la Champions. El tanto fue importante porque servía para volver a dar aire al equipo, pero será recordado por su bella factura.Sin duda, el gol en Glasgow fue su mejor desde que viste la camiseta del Barça. Titi controló un pase de Ronaldinho desde la banda izquierda, encaró al rival, le recortó hacia dentro y lanzó un gran disparo de rosca, colocado, que entró justo al lado del palo izquierdo de la meta católica. Boruc sólo pudo seguir el balón con la mirada.


La experiencia de poder contar nuevamente con los ‘cuatro fantásticos’ desde el pasado 26 de agosto en Santander fue esta vez muy positiva. En aquella ocasión el equipo no pasó del empate a cero. El descartado en aquella ocasión fue Henry, quien entró en la segunda parte por Leo Messi. Ayer fue Eto’o quien vio el partido de inicio desde el banquillo, mientras que Ronaldinho fue el reemplazado. Henry también abandonó el terreno de juego poco antes del final.Rijkaard, o ayer Neeskens, están repartiendo los minutos, pensando en el bien colectivo y son conscientes de que es muy difícil que los cuatro puedan coincidir en el campo. El equilibrio dentro del equipo aconseja no acumular excesivamente hombres de ataque, pero tener a los cuatro cracks a disposición es un auténtico lujo.

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